Los cambios son parte de la vida y del aprendizaje. Pero, esto no significa, que sean fáciles.
El primer día, lo vimos y nos expresamos a través del cuento de Pinchito.
Un cactus, que fue muy valiente. También, reflexionamos sobre que no por ser valiente no tienes miedo a los cambios.
El primer día, lo vimos y nos expresamos a través del cuento de Pinchito.
Un cactus, que fue muy valiente. También, reflexionamos sobre que no por ser valiente no tienes miedo a los cambios.
pinchito
Esta es la historia de
Pinchito. Pinchito era un Lithops, también
conocido como cactus curioso.
El tiempo comienza a
pasar y Pinchito empieza a darse cuenta de que ha dejado de crecer. Esa maceta
que tiene debajo no le permite ser él mismo, no le deja crecer. La maceta no es
muy pequeña y tampoco parece que le aprieta demasiado, ¿por qué a veces está
bien y otras veces siente que se ahoga? No lo entiende, puesto que está en un
lugar seguro y cómodo…
Aunque está en un lugar
cómodo para él, no crece. Siente que se ahoga pero no lo comprende. Si está tan
bien, ¿por qué no es capaz de crecer? Mira a su alrededor, lo que hay no le
desagrada pero tampoco le hace feliz. Está cómodo, quizá demasiado…
Un día, empezó a plantearse que qué pasaría si saliera de su cómoda
maceta y se plantase en una tierra más grande, con más espacio y con mejor
oportunidad de crecimiento. ¿Seguiría igual de pequeño? ¿Estaría incómodo? No
sabía qué pasaría y comenzó a sentir miedo. Miedo por si le pasaba algo, no
sabía qué hacer… Y decidió hacerlo con miedo, pero hacerlo.
Al principio tenía
bastante miedo, ¿y si no recibía agua? ¿Y si le faltaban los nutrientes para poder
crecer sano? Se sentía solo. ¿Habría hecho bien tomando esa decisión? ¿Quizá
debería haberse quedado en su pequeña maceta? Prefería no mirar atrás, la
decisión ya la había tomado.
Pero como sentía miedo
por si no sería capaz de sobrevivir, tuvo que pensar en cómo mejorar su
situación. Así que comenzó a expandir sus raíces para sobrevivir. Sus raíces
comenzaron a hacerse muy grandes, fuertes… Nunca imaginó que sus raíces podrían
ser capaces de tanto… ¡pero era increíble!
Se dio cuenta de que no
tenía límites, podía llegar hasta dónde él quisiera y comenzó a crecer. Con el
paso del tiempo, el cactus se hizo grande, tenía frutos y era capaz de enseñar
a otros pequeños cactus, que ellos, también eran capaces de crecer.
En este curso tenemos muchos cambios a los que hay que adaptarse poco a poco para seguir aprendiendo y creciendo. :)
ResponderEliminarPor supuesto
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